lunes, 16 de agosto de 2010

conclusiones

                                                    CONCLUSIONES

El Teatro para niños ha tenido un auge, debido al trabajo persistente y serio de autores y directores, quienes a través de sus respectivos grupos, producen piezas cuyos temas van desde la recreación de los clásicos cuentos infantiles, hasta propuestas que revisan la Historia, leyendas indígenas, temas ecológicos, etc
Sin embargo, no hay una política gubernamental especialmente diseñada para el Teatro infantil. En los presupuestos para la cultura, sólo se le asigna una pequeña parte, a pesar de haber demostrado que moviliza a un público bastante numeroso.
Otro aspecto que se debería tomar en cuenta, es su profesionalización, para que los artistas y técnicos que en él intervienen, obtengan un mejor nivel profesional, y no siga siendo el transpolín donde las grandes figuras de la televisión dan sus primeros pasos.

Por eso la labor de hombres como Efraín Subero y Carlos Sánchez Torrealba, cobra mayor importancia, debido a que han demostrado con su dedicación que el Teatro infantil no es un género menor, sino todo lo contrario. El Teatro infantil es una lección que no han aprendido los dramaturgos adultos.

No es tanto lo espectacular, ni el éxito de taquilla, sino la sensibilización de nuestros niños

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